SKATEX MARAVILLA A SU AUDIENCIA Y SE CONVIERTE EN EL PRIMER FESTIVAL MASIVO POSTPANDEMIA EN EL CENTRO DEL PAÍS
El ensordecedor rugido de miles de gargantas ahogando el sonido base era un himno. No porque no lo fuera en sí mismo, proviniendo de tantos éxitos reconocibles que se escucharon de numerosos artistas que desfilaron todo el día y hasta la madrugada del domingo en el Skatex, una pléyade de talento que se convocó y que a base de dejarse la piel en cada recital tienen conquistado al público mexicano, sino porque, sin pretenderlo, cada grito se convertía en el himno de todos, no importando que artista fuese ni la canción, porque volver a gritar fuerte se convirtió en un acto revolucionario esta tarde, un privilegio que se pensó como un sueño lejano que hoy es ya una realidad, Por fin.
Skatex fue la primera fase de una vuelta gradual y responsable a la normalidad, del canto a la vida, a la alegría, al hedonismo, que hacía saber al público que una vez más están todos vivos para contarla y que en conjunto se ha logrado resistir estoicamente una pandemia que ha enlutado al mundo y que en México se ha llevado a tanta gente maravillosa este año y el pasado. Toda la industria agradece sin duda a este maravilloso Festival Skatex, que ha querido la suerte que se convierta en el primer festival postpandemia en el centro del país, luego de que tanto el Vive Latino y el Hell and Heaven se habían vuelto ya las últimas referencias vagas desde marzo del 2020 y que desde entonces se había mantenido una sequía de eventos de este tipo que ya se anhelaban. Hasta hoy.
Lágrimas, gritos a pulmón batiente, sol, frío, polvo, son la tónica perfecta para hacer saber a la audiencia que se congregó por miles desde temprano que se está vivo, que se siente de nuevo el espíritu transgresor festivalero, que con Skatex se inaugura una nueva época en los festivales masivos que se espera gloriosa para todos. No pudo caer en mejores manos, pues Skatex en esta edición, la sexta de su corta pero brillante historia ha deslumbrado por un cartel increíble y por la gran responsabilidad de los asistentes que se lo han tomado muy en serio. Los Caligaris, Dos Minutos, The Locos, Gondwana, 8 Kalacas, Fidel Nadal, Antidoping, LNG/SHT, Liranroll, Nana Pancha, Banda Bostik, La Tremenda Korte, Maskatesta, Lost Acapulco, Akil Ammar, Alika y la Nueva Alianza fueron solo algunas de las decenas de artistas que se presentaron provenientes de diversas partes del mundo y que dejaron a todos satisfechos.
Además, la experiencia al público se mantuvo incólume, con un área para niños denominada como Escenario Kids, donde gente como Pedro Krustovsky presentaría “Por siempre niños”, en donde desfilaron también otros exponentes que divirtieron a muchos pequeños que por casualidad descubrieron su propio espacio, aunado a funciones de lucha libre en las cuales atletas como Octagón, Hijo de Octagón, Hijo de Dos Caras, Hijo de Fishman, Hijo del Espectro, Fuerza Guerrera Nueva Generación, Jessi Ventura, Huracán Ramírez Jr, Ciclón Ramírez Jr, Hijo de Máscara Sagrada, entre otros, hicieron lo propio para gustar y agradar entre lances y llaves. Complementaban también otras actividades, como el casamiento con jueces del Skatex para innumerables parejas que aprovecharon la oportunidad para jurarse amor por primera vez o refrendarlo, así como un área denominada Apipilpark, en la que los dinosaurios deambulaban listos para tomarse fotos y selfies a la menor provocación. O los globos, que se elevaban majestuosos con una vista increíble dándole ese sentido único al festival.
Ya en el escenario, hubo tiempo para recordar a los caídos, tal como lo hizo Estrambóticos y La Tremenda Korte por ejemplo, que en sus respectivos sets homenajearon a gente como Cepillín, Oscar Chávez, Charlie Monttana y muchos otros que se fueron este año y el pasado. Antidoping por su parte recordó solidariamente a su público que Zopi, fundador de Rastrillos y reconocido locutor está pasando por un mal momento tras haber sido diagnosticado con Leucemia y que es hora de donar para ayudarlo, o el transgresor Guadaña de la Banda Bostik, que como siempre hizo de su set una lección de como debe ser la actitud de un verdadero rockero de cepa. O Pipi de The Locos, que se ha quitado el peso de su anterior banda y es capaz de brillar con luz propia con temas originales que la gente cantó sin más, volviendo lo suyo en una fiesta que incluyó numerosos cambios de vestuario y globos. O Caligaris, que se muestran como una de las más poderosas bandas extranjeras que pueden hacer lo que quieran en su turno y tener la solvencia de hacer que ésos miles que lo siguen esta noche cimbren la tierra bajo sus pies ante la emoción de regresar por fin a un concierto. Sorpresas como Alika que, sin estar en el cartel, sacudió con su música a una audiencia siempre dispuesta a oírla; lo mismo que los argentinos de Dos Minutos, Kotardo -una bestia a la voz-, Nana Pancha, siempre indispensables, que entre ritmos frenéticos levantaron el ánimo de los asistentes que terminaron exhaustos. Nadie, de principio a fin, supo defraudar las altas expectativas.
Skatex se confirma así como el mejor y más importante festival de su tipo, demostrando que a pesar de las distancias, es capaz de congregar a miles de asistentes desplazados desde todos los rincones del centro de México que ya saben que es incapaz de fallarle a nadie. Queda así el enorme reto de superarse a sí mismo el año entrante y hacer de lo suyo, algo apoteósico como este día. Y aunque es un reto complicado, sin duda nuevamente lo lograrán, pues a falta de un año, la expectativa entre el público es mayúscula y no es para menos, porque solo viviendo esta experiencia se puede entender su razón de ser y su importancia para un sector que seguramente repetirá esta vivencia, convertido ya en el más grande de su tipo luego de la catastrófica desdicha de parar su edición de 2020 por causa del Covid que tanto daño hizo. La obstinación de su organizador y de todo su equipo ha rendido frutos. Hoy se dió fe de ello.