Gastronomía

¿Mi mejor regalo? Un momento con mamá.

“¡Mi mamá es la mejor!” y otras cien frases son las que siempre queremos usar cuando queremos describir a nuestra mamá. Y sí, para nosotros ella es única, no solo por lo que hace día a día, también porque nos enseña una de las mejores lecciones de vida: no importa los errores que cometas, siempre estará ahí para ti con amor incondicional.

En ocasiones nos volvemos un poco locos con la protección que mamá nos da, desde preocuparse por que llevemos nuestro suéter hasta cuando nos rompen el corazón, pero también nos volvemos locos en aquellos momentos en donde no estamos con ella. Mamá siempre tiene la razón y la facilidad de convertir cualquier momento en uno memorable.

  • Cuando necesitas un consejo: ¿Recuerdas cuándo llegabas a tu casa angustiada porque no sabías si tomar ese trabajo? Tu mamá estaba ahí para escucharte, alentarte y aconsejarte. No importa si tienes 10 o 30 años, siempre podrás acudir a ella cuando la necesites.
  • Cuando alcanzas tus metas: Desde un título universitario, un ascenso en el trabajo o conseguiste esa beca en el extranjero, no hay persona que confíe más en ti que mamá. Hay momentos que merecen celebrarse, por ejemplo, al alcanzar  una meta, sabes que mamá será la indicada para hacerlo ya sea con una pasta y tu salsa favorita Prego o con esa agua de sabor que tanto te gusta.
  • Cuando decides independizarte: Tomar la decisión de salir de casa puede sonar atemorizante, pero sabes que mamá estará dispuesta para ayudarte en este proceso, desde escoger los muebles, hasta compartirte sus mejores y más prácticos secretos de cocina.

La compañía de mamá durante los mejores y peores momentos de nuestra vida es algo invaluable, lo que nos impulsa y motiva a alcanzar nuestras metas, dar lo mejor y a hacer las cosas de corazón. Hagamos que mayo, y todos los meses del año tengan momentos que nos recuerden lo afortunados que somos en tener a mamá en nuestra vida.

Hay momentos que merecen celebrarse.

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