Hacer visible lo invisible: LA FIBROMIALGIA
El ser humano da valor a lo que entiende y a lo que ve. Pero en ocasiones existen realidades en las que estos factores no se dan, por un lado se sufre la existencia de una circunstancia sin ser visible por el ojo humano ni si quiera de manera del todo contrastable con la prueba de imagen en la medicina y aunque tal presentación parezca propia de un acertijo, el mismo acaba cuando tras un duro camino el paciente consigue su reconocimiento con su diagnóstico:
La FIBROMIALGIA, consiste en una enfermedad joven dado su tardío reconocimiento por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1992, con la consecuencia que supone el retraso de su reconocimiento para posibilitar el avance en su estudio. Se trata de una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor muscuesquelético generalizado, con una intensa hipersensibilidad en múltiples áreas corporales y sin alteraciones orgánicas demostrables, entre sus síntomas más comunes se encuentra la fatiga persistente y el sueño no reparador, coexistiendo con otros trastornos reumatológicos y con la posibilidad de acabar desencadenando otros efectos psiquiátricos.
La historia tardó en dar reconocimiento a su realidad y fue mucho tiempo el que se le considero como un trastorno de somatización: pacientes que se quejaban persistentemente de varios síntomas sin origen físico identificable. Pero aún enfrentando la controversia generada por diferentes autores, ha sido aprobada y está recogida como enfermedad por la OMS. Las investigaciones llegan al consenso de su origen neurológico, y a que el dolor que la acompaña es producto de desequilibrios neuroquímicos a nivel del sistema nervioso central que conducen a situaciones en que estímulos habitualmente indoloros sean dolorosos y que estímulos generalmente dolorosos lo sean de manera extremadamente intensa. Tan agudamente dolorosa hasta el punto que algunos pacientes llegan a presentar problemas para cortarse el cabello o las uñas.
Y si bien es una patología que pone a prueba los recursos de la medicina, la ciencia ha iniciado su camino, una realidad que hoy día afecta al 6.3% de la población mundial y de la que el 90% de los casos de fibromialgia se dan en mujeres.
En el día a día se convive con toda condición cuando no queda más remedio que hacerlo, pero empatizando con quienes afronten esa circunstancia y para todos quienes no la conozcan: ¿Os podéis llegar a imaginar que sería el convivir con el dolor en sus múltiples formas en cuanto a su intensidad y todos los días del año?. Ya que no es posible hacerse consciente por lo menos tratemos de sumar y no marginar con comentarios o simplemente restándole el valor que merece para hacer justicia a su realidad, la que tanto tiempo ha necesitado para su reconocimiento y motivo que de añadido precisa de estudios para avanzar para la correcta y adecuada atención al paciente que la padece.
Son muchas las enfermedades que se llevan en silencio, bajo el desconocimiento general y la incomprensión en sociedad, la fibromialgia no es una más si no que es un valioso ejemplo por el que crear consciencia.