Reinventarse para conocer lo que se puede lograr
Marta Beatriz López Vertiz es una inquieta deportista y hoy día una persona llena de valores, una guerrera que hace por superarse no entendiendo de límites mentales.
Todo reto supone de intentarlo para lograrlo, yo lo intento: 1 y 2 veces si no se ha podido, me enfoco en otro propósito pero nunca me quedo con el “si hubiera”… Mi satisfacción se encuentra en la voluntad de llevarlo a cabo y hacerlo, ese es mi logro en lo personal, más que en las medallas o las menciones.
Marta nos da a conocer la gran labor de los guías voluntarios que comparten el gusto por correr, sin ellos como nos asegura, para las personas ciegas y de baja visión no existiría la posibilidad de llevar a cabo este deporte
El éxito en su día a día se lo debe a su autoestima y a la confianza que es el mayor regalo que ha obtenido con la discapacidad: la que comparte con el guía con quien se acompaña y la gente que lejos de prejuzgar se ofrecen para ayudar en algún momento dado.
Lo cierto es que las personas nos olvidamos que convivimos en sociedad y que es con los demás también como podemos ser y hacernos mejores, con una personalidad arrolladora nos afirma que todo lo que ella quiera hacer lo intenta, y alza la voz en favor de crear consciencia para que los organizadores de los eventos no dificulten el acceso ni creen impedimentos.
Todo con la mejor voluntad se puede hacer, quizás con un poco más de riesgo que los visuales, pero es necesario que la sociedad lo asimile: con voluntad y la mejor responsabilidad se puede.
Una mujer de poderosa voluntad, que en tiempos de COVID no ha dejado su preparación ni entrenamiento: con elíptica, subir y bajar escaleras, sentadillas, saltar a la cuerda,…
Sé que en algún momento me puedo caer, pero no pasa nada, porque si pasa me levanto y continuo.
La condición lejos de servirle de limitante le ha enseñado que todo lo que quiera hacer se puede conseguir:
Se me fastidió la vista pero no voy hacer igual con mis pulmones desde ese momento dejé de fumar, además de empezar a cuidarme y a preocuparme por mi salud física, tanto en la alimentación como siguiendo buenos hábitos.
Como el Ave Fénix toco fondo, pero superando una depresión ante una realidad adquirida con la que perdió la visión, aprendió a darse la oportunidad para hacerse una mujer capaz y valida, lo primero fue asumir con aplomo las riendas de su vida: Terminó sus estudios como Técnica Superior en Masoterapia (masaje cuerpo completo, relajante, acupuntura, lesiones de rodillas, la lumbalgia entre otros.
Me produce una plena satisfacción ejercer mi profesión y saber que con mis conocimientos puedo hacer un bien a otras personas.
Hasta el momento ha sido condecorado con un segundo premio por subir las escaleras del Walter Center (860 escalones en 11 mínutos) y en una carrera de 5km, aunque son solo algunas de sus gestas, ya que su trayectoria no ha hecho más que empezar.
Lo que la vida me va dando es lo que voy a ir haciendo.
El ejercicio es el mayor beneficio para la salud mente-cuerpo.
Las personas tienen que darse la oportunidad, hay que seguir por lo que si tenemos y no detenerse en lo que no.