FOMENTAR DESDE LA EMPATÍA LA CONSCIENCIA PARA HACERNOS MEJORES PERSONAS.
Hay realidades sobrevenidas, que nos obligan a prepararnos y adaptarnos a una situación imprevista; hay otras que se viven, se sienten y conocen desde que tenemos consciencia. Realidades que en más ocasiones de la que debieran nos hacen dar lo mejor de uno mismo para demostrar que no por una «carencia» nunca es menos o peor ninguna persona respecto a nadie, que mejor manera que compartir tan enriquecedora experiencia que participando pudiéndose poner en la piel de quienes mantienen una lucha diaria de tanto mérito.
Situaciones naturales, con capacidad de crear perjuicios son las que se ponen a prueba en competición popular en una carrera a favor de la inclusión, compartiendo algunas de las dificultades más comunes que se enfrentan con la discapacidad.
Entre las diferentes disciplinas:
- Ir en silla de ruedas la gente que no tenía ninguna condición.
- Empujar la silla de ruedas de una persona con discapacidad motriz.
- Ir con muletas.
- Ir con los ojos vendados.
- Ir con los brazos atados.
Carrera por la inclusión: «YA TENGO ALAS PARA VOLAR» ha permitido crear consciencia, fomentar la sensibilización social a adversidades por dificultades físicas de diferente índole e incluso lo que representa desde este prisma, la simple acción de andar por la calle con la existencia de baches, calles mal pavimentadas y la falta de adaptaciones.
SIGAMOS SUMANDO PARA AVANZAR Y FAVORECER LA INCLUSIÓN.
Sergio P.M. desde Barcelona (España).