Gastronomía

Disfruta tortas y vinos mexicanos en tus posadas

El origen de las tortas en México es incierto. Tan común es consumir una torta que damos por hecho que su existencia es análoga a la historia del país y de sus regiones, en cada una de las cuales se ha hecho lo suyo con este antojito mexicano, y hay tanta diversidad como en nuestros vinos, adoptando características únicas de la zona que las prepara.

Sabemos que la primera mención de este platillo fue en el año de 1864, en el periódico El Pájaro Verde, en el cual se habla de las “tortas compuestas”, como fue conocido en el siglo XIX, sin hacer mención a sus ingredientes.

¿Pero de qué estaban hechas? Algunas de las más socorridas eran las de sardina, carnes frías –como el jamón de pierna o el queso de puerco–, bacalao, galantina (fiambre francés), condimentadas con aceite. No sabemos si eran servidas calientes o frías; tampoco con qué tipo de bebidas se acompañaba.

Lo que sí podemos afirmar es que las tortas son un alimento práctico, fácil de transportar y, sin duda alguna, delicioso. Así qué, durante estas posadas, las tortas pueden ser un alimento práctico para ofrecer a nuestros invitados, ya que las podemos preparar con anticipación, no se necesitan cubiertos para comerlas y el relleno puede ser tan variado como nuestros invitados.

Por eso en el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) te compartimos esta guía de maridajes de tortas y vinos mexicanos, diseñada por el enólogo y Sommelier Javier Casillas, para que las puedas degustar a gusto durante las posadas.

Torta de Bacalao

A pesar de que la torta de bacalao suele ser la estrella del recalentado, también es una gran manera de arrancar la temporada. Esta torta de pescado, cocinado lentamente con jitomate bien sazonado, es una de las estrellas de La Barraca Valenciana que durante todo el año consiente a sus comensales con algunas de las mejores tortas de la ciudad.

Y para acompañar esta torta te recomendamos un vino con buena acidez y potencia, ya que esto ayudará a contrarrestar lo salado y fuerte del bacalao.

Puedes tomarlo con un vino tinto Monte Xanic Calixa, del Valle Ojos Negros. O si eres amante de los blancos, puedes probarlo con un Natal de Quinta Monasterios, ya que es un Chardonnay que se llevará perfecto con este antojito.

Torta de Pavo

Este clásico de la temporada también lo encuentras todo el año en El Rey del Pavo, una parada obligada de todos los amantes de esta ave, ya que sus jugosos pavos son cocinados lentamente.

Para este platillo te recomendamos la torta de pechuga adobada. No dejes de probarlo con un vino redondo y equilibrado.

Si prefieres los sabores dulces, te recomendamos acompañarla con el vino rosado Guanamé. Si lo tuyo son los sabores más intensos, entonces esta torta te encantará con el tinto Concierto, de la bodega Concierto Enológico.

Torta Cubana

Algunos dicen que esta torta debe su nombre a que fue concebida en la calle de República de Cuba, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Otros dicen que fue creación de Fidel Castro; mientras que unos más lo equiparan con la mujer cubana, ya que “no le falta nada”.

Lo cierto es que esta delicia es ideal para saciar el hambre, pues se prepara con gran variedad de ingredientes: pierna de cerdo, jamón, milanesa, queso, quesillo, salchicha, frijoles, huevo, jitomate, mayonesa, rajas o chipotle y aguacate, entre otros.

Si planeas degustar esta torta durante la temporada navideña, te recomendamos un vino potente, con tanicidad y persistencia.

Por eso te recomendamos probarla con Perseus de bodega El Cielo que es un vino de uva Nebbiolo; o bien con el tinto Canto de Luna de Finca La Carrodilla, que es una mezcla de uvas tintas Cabernet Sauvignon, Syrah y Tempranillo.

Torta de Cochinita Pibil
Su elaboración consiste en carne de cerdo, marinada en achiote, naranja agria y pequeñas hojas de laurel, envuelto en hoja de plátano y cocido en un horno de tierra. Las tortas se acompañan con cebolla morada marinada en naranja agria y con chiles habaneros, si se desea darle picor.

Para este platillo va bien un vino tinto que nos ayude a preservar todos los sabores de la cochinita y sus ingredientes. Necesitamos algo de acidez y un toque especiado. Te recomendamos el vino tinto Cabernet y Shiraz de Bodegas Don Leo, o bien el vino potosino de Cava Quintanilla Reserva Syrah.

Torta de Tamal o Guajolota
Este reconfortante platillo es ideal para llenarte de energía y enfrentar el día. Se prepara partiendo a la mitad un pan, bolillo o telera regularmente, y se rellena con un tamal salado o dulce.

El tamal humedece lentamente el interior del bolillo, mientras que la corteza permanece crujiente.

Aunque es más común verlas por la mañana, también puedes servir guajolotas durante las posadas, para lo que te recomendamos acompañarlas con una copa de vino con buena acidez.

Dependerá mucho de qué sea el tamal, pero en general te recomendamos probarla con el vino tinto Barbera de Bodega Santo Tomás. Si es muy picante, o con mole, tal vez la mejor opción sería un vino más intenso como Sol de Noche, de Bodegas del Viento.

Torta de Chilaquiles

Esta torta está diseñada para darte ese impulso extra que necesitas. El secreto de su éxito está en la salsa, de preferencia no tan picosa; aunque los más picosos se agradecen para curarnos la cruda.

Normalmente van acompañados de crema, queso, cebolla, pechuga de pollo, milanesa o huevo, para convertirlas en un alimento completo. Es una opción fácil y llenadora para tus posadas.

Si la vas a incluir en tu menú, te recomendamos complementar con un vino intenso, joven y que en la boca brinde suavidad mientras recorre cada papila. Puedes probar Cabernet Merlot de Monte Xanic, o bien Copernicus de Bodega El Cielo.

Torta ahogada
Esta estrella tapatía consiste de un birote (pan más duro y crujiente que el bolillo), relleno de carnitas estilo Jalisco (y a veces frijolitos), la cual se sumerge en salsa de chile de árbol con vinagre, comino y ajo (a modo de enchiladas). Normalmente se acompaña de cebollas desflemadas.

Son una buena opción para las posadas, ya que la salsa picante ayudará a tus invitados a mantener el calor. Para servirlas, no olvides una botella Chateau Domecq Cosecha seleccionada. Este vino a base de uvas tintas intensas permitirá que tus sentidos se ahoguen en sabor.

Guacamaya

Una guacamaya es una torta que se compone de un bolillo relleno de chicharrón, con pico de gallo con limón, aunque con el paso del tiempo se han agregado ingredientes como cueritos o salsa de chile de árbol.

Se cuenta que se originaron en 1952 en León, Guanajuato, donde un señor conocido como Don Deme (don Demetrio Nájera) vendía duros, también conocido como chicharrón. Un día, un joven que bebía con sus amigos cerca del puesto de don Deme, decidió comprarle un durito con bolillo y acompañarlo con pico de gallo bastante picante. Cada vez que se enchilaba, el joven le daba un trago a su tequila.

Después de varios tragos, el joven comenzó a hablar como loco, no sabemos si por el efecto del tequila, el picante o tal vez ambos. Un señor, que se encontraba comprando en el puesto, le dijo “ya callate, pareces guacamaya”. De ahí en adelante, la gente comenzó a pedirle a don Deme “una guacamaya”.

Si vas a servir esta delicia del Bajío, te recomendamos un vino blanco. El Gewürztraminer Laberinto de Cava Quintanilla quedaría muy bien; o si prefieres un toque dulce, pruébalo con el rosado de Altos Norte y terminarás hablando como guacamaya.

Lonche Lagunero

Esta tradicional torta tiene su origen en la Comarca Lagunera del estado de Coahuila. Se distingue por utilizar pan francés cocido en tradicionales hornos de ladrillo y leña de mezquite; están rellenos de pierna de puerco o carne adobada, además de tener aguacate u otros ingredientes comunes en las tortas.

Se cree que obtiene su nombre de la palabra “lunch” que llegó a la región gracias a la convivencia de los laguneros con estadounidenses durante el siglo XIX.

Para probarlas, te sugerimos un buen vino de la región. Pruébalo con el Shiraz de Don Leo que se llevará de maravilla con la carne adobada; o bien con el Ensamble de Hacienda Florida con su mezcla de uvas tintas que acompañará de lujo este lonche.

Tortas de Washmobile

Un pequeño establecimiento en Tijuana ofrece una sola cosa: tortas de carne asada marinada en un pambazo con mayonesa, guacamole, salsa, jitomate y cebolla morada encurtida, y se ha vuelto referencia en la región.

Si vas a servir durante las posadas una jugosa torta de carne asada, te recomendamos que incluyas en tu menú un vino tinto con potencia y personalidad, con cuerpo y taninos presentes. Puedes probar con el vino Nada de Clos de Tres Cantos, hecho a base de Petit Syrah y Tempranillo que hará de la experiencia algo que querrás repetir.

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