CONSEGUIR SUPERARSE, VENCIENDO LA ADVERSIDAD.
Hay vivencias que nos forjan el quienes somos, hay circunstancias que nos condicionan la actitud; pero sólo hay realidades que sirven para ponernos a prueba, superarnos y medir nuestros límites y con ello las capacidades con las que contamos, y las que nunca imaginemos posible tener.
La historia de Omar Alejandro Sánchez “Carmona”, va unida a su grandeza y humanidad,
Por motivos que no se ven venir es cuando suceden los accidentes, nuestro protagonista en un mes de Septiembre de 2001 sufrió una descarga eléctrica que le entrara por la mano para salirse por la pierna del mismo lado izquierdo, un suceso tan grave que deja en el aire la vida de una persona y que vulnera los principios que nos definen, que nos cambian, pero también nos transforman.
Pasado unos meses (Diciembre de 2001), inicia rehabilitación que se prolongó durante dos años y por el que pasado el tiempo fue el mismo centro después, que tras darle el alta y valorar con una calificación muy favorable (su caso y su expediente), es recomendado para el centro Paralímpico de México; dónde tuvo ocasión de desarrollarse como atleta en las disciplinas de atletismo de 100, 200 y 400 metros.
Pasado los años y en su afán de proponerse retos: se hace fundador de la disciplina de ciclismo y ‘haycicle’, a la par que cambia su disciplina como deportista a esta modalidad. Participó en los los 22 km contrarreloj y los 84 km ruta hasta 2013; en ese año comenzó a desarrollar deportes extremos no con personas con una condición, ya con personas convencionales (Rapel, Alpinismo, senderismo, escalada, buceo, motociclismo y paracaidismo [dónde ha sufrido accidentes de consideración y de los que después de pasar por rehabilitación, se incorpora de nuevo a las señaladas disciplinas]).
Hablamos de un padre soltero desde hace más de 18 años, un luchador incansable y siempre el mejor ejemplo que ha sabido dar para ellos
Con clavos, tornillos para la reconstrucción de su fémur, y placa para su brazo,… diversos golpes contundentes en su cuerpo y en su persona que harían temblar la compostura de cualquiera; no conocería el más terrorífico hasta que hace dos años su hijo con 25 años sufrió un accidente automovilístico y al escuchar en palabras de los médicos las limitadas esperanzas que pudiera tener en su vida y en su futuro. para una vida autónoma y la posibilidad que acabase confinado a una cama por sus muchas limitaciones.
Este nuevo reto y esta «descarga» en su sensibilidad hizo que Carmona en una vorágine de locura y frenética desesperación comenzará hacer todo lo humanamente posible para favorecer el pronóstico de su hijo, participando activamente en ayuda de su rehabilitación en una atención siempre próxima y en todo momento fue que un padre estuvo al lado de su hijo; el doctor viendo esa devoción y ganas de un chico que se esforzaba día a día y esa dedicación por la mejoría, decidió derivarlo al hospital durante tres meses para que tuviera una rehabilitación personalizada.
Cuando tuvo el alta, continuaron padre e hijo con una rehabilitación (mañana, tarde y noche) por lo que de estar en silla de ruedas, paso a un andador, y de allí a una movilidad con muletas y luego con ‘bastones canadienses’; fueron muchos e innumerables días de esfuerzo, de voluntad, superación y de dedicación en la búsqueda de querer volver a caminar y tras dos años de tenacidad lo consiguió requiriendo solamente la ayuda de un bastón, acabo su carrera de estudios universitarios en Licenciatura de negocios internacionales y regreso a una de sus pasiones: el paracaidismo.
Junto a este hijo luchador, tiene otra hija ‘Licenciada en Matemáticas y Administración de empresas’, un tercer hijo contable de máster y camarógrafo aéreo profesional.
Carmona, reconoce que prácticamente arrastro a sus hijos en sus actividades por lo que ahora todos son paracaidistas de alto nivel.
Nuestro protagonista es el primer y único paracaidista amputado de México, desarrollando esta disciplina en el deporte y con la gratificación de haber podido auxiliar como paracaidista, a la población en el sismo de 2017;
‘Carmona‘, hoy día es instructor del ejercito en paracaidismo, ofrece y transmite su ejemplo de fuerza y hermandad con ‘sus amigos, hermanos y vecinos’ en su México, con cualidades como la constancia y superación ante cualquier adversidad; motivando a muchas otras personas con discapacidad, porque tal y como abandera: «Sí te lo propones todo es posible».
La vida nos pone a prueba y no solo con lo ‘sonante’ que se nos presenta en nuestras propias vidas. Por lo que tenemos que continuar siendo los mismos.
Muchos tendríamos que proponernos conseguir tenerlo como reflejo al que mirarnos en su fortaleza, entereza y decisión, para disponernos a poner en práctica sus actitudes:
«El primer paso se inicia y consigue tras la auto-aceptación; reconociendo que aunque puedan existir diferentes capacidades a las que conocíamos o a las comunes».
En el viaje de la vida se conocen habilidades que si nos lo proponemos están por descubrir.
Muchas metas y ambiciones que con inmenso esfuerzo y también dedicación se hacen posible si se emplean todos los recursos y energías para ello.
El convivir con una realidad adquirida, es lo que solo nos queda como opción, no sin mucho esfuerzo dedicación y fuerza de voluntad; para superarse y así desarrollar diferentes capacidades que nunca antes te hubieras planteado, habilidades que no conocías en ti, y que consigues desempeñarlas como último recurso con la fortaleza de un esfuerzo sobre humano (capacidad de la que todo ser humano es capaz de desarrollar).
Para asimilar una realidad, el primer paso es siempre la auto-aceptación, para darte cuenta de cuál es tu situación actual y como quedaste tras el accidente, agradeciendo tu fortuna. Solo así comienzas a aceptarte, valorarte, a quererte, amarte y a respetarte; explorando todas las habilidades que desconocías que pudieran existir en ti.
Carmona no se considera mejor que nadie, solo destaca de su persona: que consiguió superarse a sí mismo, reinventándose y extrayendo una sensibilidad con la que trata de ayudar a todas las personas que se encuentran desorientadas en su camino.
«Sigo siendo el mismo ser humano, pero con más humanidad, generosidad y disponibilidad para pelear y ¡Gritar! para conseguir que las personas con una condición diferente sean escuchadas, y se permita que la inclusión brinde una oportunidad para demostrar nuestras capacidades y valía, porque la condición de cada persona no determina lo que puede y no puede hacer,… eso solo lo hace posible el esfuerzo y la fuerza de voluntad con la que una persona esté dispuesta a entregar para conseguir «Descubrir lo posible, en lo que una vez creímos que pudiera ser imposible».
La historia de un sabio y un filosofo de vida que permite dar a conocer sus aprendizajes con el fin que puedan servir de impulso a todo ‘guerrero’ y en especial a quienes afronten una condición.
Sergio Pérez Montilla desde Barcelona (España)